Donato Bramante

Donato Bramante nació en Urbino, Italia donde se destacó como pintor pero luego fue transformandose a la arquitectura y se fue a Milán a estudiar arquitectura gótica. Con el conocimiento en arquitectura gótica, el Papa Julio II lo contrató para hacer la Basílica de San Pedro que no fue una tarea fácil. La Basílica a pesar de ser tan pequeña incluye proporciones muy exactas y las estructuras clásicas. A pesar de que Bramante no fue el único en participar para este proyecto, el diseño que propuso fue el que convenció a Julio II.

Aprendió de Fillipo Brunechelli y Leon Battista Alberti la creación de espacios proporcionados, y añadió un interés nuevo por la perspectiva que le llevó a crear singulares efectos de profundidad y espacio en sus obras. Un ejemplo de ello es el templete de San Pietro in Montorio, en Roma, una pequeña construcción circular en el centro de un patio rectangular, proyectada para ser el centro de un recinto porticado.

En 1480 se estableció en Milán, donde desplegó una gran actividad como pintor y arquitecto que puede sintetizarse en el impactante óleo Cristo en la columna, que representa a Jesucristo atado a una columna para su flagelación, y sobre todo en la construcción de la iglesia de Santa Maria presso San Satiro, donde dotó al coro, de pocos centímetros, de una gran sensación de profundidad. Bramante utilizó sus conocimientos del arte y la pintura para luego destacarse como arquitecto y el cual sus diseños impresionan por su exactitud y complejidad.